
Muy ansiosos por participar del retiro de región, los cordobeses nos preparamos para vivir junto al P. Ludovico y reflexionar en silencio sobre la misericordia y cómo ser más misericordiosos. Los cinco momentos fueron muy profundos a nivel personal, matrimonial y comunitario.
Para los cursos 5, 21 y 40 fue una vivencia muy especial porque es la primera vez que participamos sólo los cursos cordobeses y en especial el 40.
El silencio fue real y sólo en la Misa y en la cena del sábado se pudo hablar. Excelente, a pesar de haber sido muy comprimido, todo en un día. (Esto se hizo así porque el domingo era el Día del Padre).
Los comentarios han sido todos de mucha riqueza y han calado muy hondo en nuestro corazón. Eso se pudo escuchar en las opiniones de los participantes, creemos todos que este sistema –comenzando a la noche- ayuda a hacer un alto en nuestro trajín y preparar mejor nuestro espíritu para recibir las cosas buenas que nos ayudan a mejorar nuestra relación entre los hombres y con Dios.
Como finalización, compartimos la cena y asistimos a la fiesta de ver a nuestra selección jugar y ganar.
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