
Huerta Grande 2016 – Encuentro familia Territorial
¿ Por dónde empezar ?
Dicen que las mujeres tenemos la tendencia a mirar revistas de atrás para adelante, y yo quisiera seguir ese método, saboreando el fruto final, gozar “la foto” y anunciar a todos, que en la luz de las miradas y el calor de los abrazos, era perceptible el eco de corazones transformados.
Llegamos desde diversos lados, pero nos despedimos todos desde un mismo lugar-hogar común: la certeza de la misión compartida, la convicción unánime de haber sido elegidos para esta misión y de estar juntos recorriendo la senda de Dios e involucrados en su respuesta al tiempo:
SER, VIVIR Y REGALAR FAMILIA.
La comunidad Territorial, con sus variados y potentes matices regionales, acrecentó en estos tres días su experiencia de unidad. El vigoroso arraigo en la misión común y la inclusión vital en el abrazo de los hermanos, nos permitió nutrirnos y habilitarnos para continuar el camino.
En Santiago de Compostela se aprende que el camino del peregrino está surcado de posadas. Allí generosos posaderos alimentan, cobijan, curan heridas, entregan el corazón y animan a continuar la travesía. La posada no es para quedarse, sino para hacer una pausa y seguir. No hay posada sin hermanos generosos, no hay posada sin alimento preparado, sin compartir lo que se tiene, sin confianza compartida de que es el Señor el que guía, espera y redime, durante y al final del camino.
Huerta Grande fue nuestra posada. Agradecemos a todos los que, con alma de posadero, nos acogieron y cuidaron, para que se cumpliera esta pausa creadora en nuestro camino de vida y de misión. Cómo fue esta pausa ? lo relato para todos los que no pudieron estar y para revivir nosotros este recorrido lleno de sorpresas y bendiciones.
El principal ingrediente: los participantes (pueden mirar la lista, ubicados por curso) y de allí intuir la riqueza de la convivencia. Muchos hijos, bebes, niños chicos, adolescentes y jóvenes. Una fiesta de espontaneidad y alegría. No había fronteras para los diálogos y para la participación (solo para la hora de ir a dormir). Se sumaron con idéntica fraternidad nuestros invitados del extranjero: Rosa María y Josef Wieland, jefes internacionales actuales de la Fede, que vinieron invitados desde Alemania para vivir familia con nosotros.
No en menor importancia, la legión de organizadores cinco estrellas. Atentos, serviciales y presentes en todo el desarrollo y habiendo previsto con amplia experiencia, todas las situaciones. A esta legión pertenecen también todos los federados que asumieron tareas de construcción de áreas específicas del encuentro: liturgia, música, fogones, talleres, dinámicas, actividades con los hijos, espacios de oración.
Resumo las notas esenciales, con las palabras Rosa María y Josef Wieland, que gozaron el encuentro y nos impulsaron a exportar la experiencia porque les parece inédita (Uuuuuyyyy)
Quedaron impactados con: la profunda identidad schoenstatteana: la misión de Schoenstatt, el carisma del Padre Kentenich es lo esencial y se respira en todo momento. Atmósfera religiosa familiar, siempre un anhelo de conquista para todas las federaciones. Códigos de comunicación joven. Se advierte cómo los jóvenes que han ingresado a cada región son los que renuevan los códigos de comunicación y hacen al clima dinámico y jovial del encuentro. Protagonismo de las regiones.
“La vida se enciende en la vida”: En el corazón del encuentro, sucedió un acontecimiento, al que algunos ya han atribuido el carácter de hito vivencial para nuestra comunidad de familias: el panel de testimonios de vida de tres hermanos nuestros del curso 1, curso 17 y curso 31, cuyas vidas han sido tocadas fuertemente por el dolor y por la inmensa misericordia de Dios.
Quiero resumir el impacto en un pedido que hizo nuestro Padre a la Mater en 1952 en nuestra patria, cuando bendijo el Símbolo del Padre para el interior del Santuario nacional (Fcio .Varela): “Queremos suplicar que Dios nos regale hombres y mujeres, que no solo sepan hablar bien, sino que comprendan toda la fuerza y todo el peso de esta inmensa misión que nos fue regalada por Dios para la época de hoy, y que estén dispuestos a entregar su vida por ella”. Este pedido mostraba su anhelo concreto para Argentina, y podemos decir que la promesa se cumple hoy en nuestras filas …. Dios nos ha regalado esas personas y hoy todos somos testigos. Nuestra comunidad Territorial ha sido bendecida con grandes ejemplos, y algunos en esta oportunidad pudimos conocer y celebrar. En el silencio conmovido de todos crecía el anhelo de identificarse con este modelo de santidad: dejarse inundar por la misericordia y salir a misericordear.
Vemos con alegría que este encuentro reactivó con creces nuestra mística federativa. En este sentido tuvo un lugar de especial atención la proyección apostólica, abundante, concreta, amplia y fecunda, en los ámbitos de influencia de todas las regiones. La exaltación de la vida interior resultó evidente al hacer presentes a nuestros federados del cielo, rezar en familia a Jesús sacramentado, inaugurar la Misa de niños, y por la especial presencia del primer santo argentino que será canonizado en octubre: el cura Brochero. La referencia profunda y esclarecedora del P. Ludovico a la Exhortación papal “Amoris laetitia” resaltó especialmente la dimensión de nuestra misión, enamarcada en el espíritu de la Iglesia. Todos los talleres colaboraron a sumar nuevas perspectivas para la conquista de la santidad cotidiana y estilo de vida matrimonial y familiar.
Finalmente, recibimos del matrimonio Wieland:
Propuesta y pedido: al próximo encuentro invitar a matrimonios extranjeros para vivir con nosotros la experiencia.
Especial regalo: el Estatuto de la Federación Apostólica de Familias Internacional (ad experimentum) que después de 10 años de trabajo vio la luz en el reciente Capítulo 2015 . La edición se presenta en 5 idiomas, y está destinado a cada federado de todo el mundo. Una noticia comprometedora para todos: somos la comunidad pars motrix más grande de Schoenstatt, y también la más grande en Argentina. En términos de responsabilidad fundadora, nos coloca en un lugar de trascendente proyección.
Una convocatoria fundamental: a celebrar los 100 años de Hoerde, fundamentalmente en el Territorio, pero sumando y adhiriendo a la celebración internacional en Schoenstatt, las semana del 20 de agosto, en Schoenstatt original y Hoerde, con toda la Obra de Schoenstatt.
Cerrando el encuentro, recibimos de nuestros jefes Maria Inés y José Eduardo, las palabras de envío, priorizando la gratitud, la renovada decisión por la misión y la invitación a hacer nuestro el impulso del encuentro en cada región y en cada curso: Ser, vivir y regalar familia.
Conscientes además del año jubilar que se aproxima y la trascendencia para la refundación en el corazón, en los Santuarios y en la patria, de la Federación Apostólica de Schoenstatt, nos abrimos a las propuestas y proyectos que puedan surgir de toda la comunidad para sumar al espíritu genuino de esta celebración.
María Teresa Martino.
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